Pensamientos de una psique inconformista

La pirámide de las necesiades de Maslow lo deja muy claro, no somos animales que luchan por reproducirse, somos animales, o no, que luchan por ser o tener más.

Tenemos metas día a día, año tras año... unas las consideramos obligatorias y otras... son simplemente una pauta a seguir.

Y es que hay grandes deseos inalcanzables que deben ser eso, inalcanzables, nos guste o no. Grandes ilusiones que sólo sirven para soñar, que sólo sirven para luchar y nunca llegar a ellas, porque cuando llegas... ¿qué más hay?

Deberíamos conformarnos con disfrutarlo, aunque sólo sea una vez, pero no podemos, porque lo mejor de una experiencia placentera es tener la expectativa de volverla a vivir y... mejorarla.

Porque vivimos con la necesidad de luchar, porque a veces, el camino es mejor que la meta, porque la meta... es el final.

Pero cuando la expectativa se vuelve adicción, cuando una platónica ilusión se torna una necesidad esencial y una forma de vida necesaria... tu vida, tu persona... se vuelve insuficiente para ti mismo. Tanto es así no llegar nunca, como llegar y no poder mejorarlo más.

Inconformismo, la maldición de quien no sabe disfrutar lo que tiene. Unas veces actitud de progreso, otras... enfermedad.

Y por ello... ¿qué quieren los hombres con poder? Más poder.


Marc.