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Nuestro blog surge ante la necesidad de plasmar o transmitir nuestros pensamientos, reflexiones, consejos, emociones y hallazgos sobre la vida, de una forma conjunta y tratando infinidad de temas, sin ningún orden establecido. Un trabajo personal, directamente desde nuestra mente y hasta el ultimo pensamiento...
(por Pablo del Castillo y MarcSoul.... y ADA)

domingo, 13 de febrero de 2011

Amor...

...algo tan universal como desconcertante, una fuerza que nos controla, que nos condiciona... Un concepto por naturaleza desconocido, pues resulta que definiciones... no abundan.

Ha sido y es objeto redundante en la mente de indefinidos pensadores, tantos como personas que han experimentado sus efectos, sus síntomas, que es en definitiva, lo que parece estar mas claro.

Mientras muchos no encuentran palabras o lo definen con hechos y otros incluso lo catalogan como problema... yo transmitiré mi visión mas objetiva sobre el fenómeno mas subjetivo de la psique humana.

- El amor, evolución racional del instinto. -

Obviamente, sin el pensamiento... sin la razón, ni yo estaría escribiendo esto, ni tu lo estarías leyendo. ¿Parece tan sencillo de entender? En ello se basa el amor, es la llegada de la razón al instinto, y llegaré aún mas lejos... el amor es la concordancia perfecta entre voluntariedad e involuntariedad y nunca el enfrentamiento entre ambas actitudes.

Ciertamente estoy hablando de una de las instrucciones de nuestra programación básica. Lo mismo que nos hizo multiplicarnos como todo ser vivo en nuestros origenes, hoy por hoy es algo más que eso.

Esta claro que podría estar hablando del amor como amplio concepto, según genéricamente es conocido, pero no me voy a referir a la amistad ni al amor de madre. Considero que amor y afecto son términos distintos, pues no surgen del mismo instinto, aunque sean fácilmente relacionables. El afecto surge del instinto de protección y el amor del apareamiento.

Nacemos con la desbordante cifra situada entre 100 y 200 mil millones de neuronas en nuestro cerebro, ordenadas bajo una pauta básica que nos permite, entre otras cosas, respirar y hacer latir nuestro corazón... Nacemos preprogramados para nuestro funcionamiento básico, así como para nuestras primeras interacciones con el entorno... Es lo que todos tenemos en común, aunque nuestro ADN y la aleatoriedad alteran levemente este ordenamiento inicial para hacernos únicos en matices. Desconozco cuantas neuronas ordenadas se requieren para definir esta situación inicial, pero desde luego deben quedar bastantes miles de millones por ordenar con emociones a lo largo de nuestra vida.

Somos el producto de nuestro ordenamiento inicial y la suma de lo que acontece en nuestra vida. Debido a eso somos tan únicos que ni con la clonación podriamos ser idénticos. Obviamente, esto juega un papel determinante en la forma de sentir, elegir y actuar. Me estoy refiriendo a la mayor o menor afinidad con otras personas; lo que nos transmiten y lo que nos hacen transmitir.

- Existen personas que sacan lo mejor de nosotros mismos. -

En el enamoramiento intervienen dos factores: afinidad e instinto. Cuando esta coincidencia se da con gran intensidad podemos hacernos fácilmente dependientes de esta sensación, una sensación con nombre y rostro...

En ocasiones somos incluso tan hábiles que nos convertimos en analistas sobrenaturales, capaces de percibir afinidad con un gesto, con una mirada y de un vistazo, sin apenas conocer mas que eso... Es lo que todo el mundo conoce como flechazo. Son posibles aunque como apuesta su efectividad puede ser nefasta.

Enamoramiento... tan espontáneo como inevitable... Siempre he catalogado de ilusos a todos aquellos que aseguran poder controlar lo que sienten... superheroes para si mismos, creen poder evitar enamorarse y no colgarse de nadie, evitando la crudeza de no ser correspondidos. Yo tengo muy claro que no puedo ni quiero, por más que fuera dificil la situación, si lo intentase mi mente me recordaría lo obvia que es la verdad...

- Esa chica esta en tu cabeza y no vas a hacer nada para evitarla. -

El amor nos lleva a lo más alto, potencia nuestras habilidades y nos hace capaces de cualquier cosa. Nos basta con pensar en la persona por la que surge para hacer verdaderas proezas físicas, afrontar indemne el mas duro de los días e incluso aumentar nuestra creatividad.

Pero cuando la afinidad no es mutua, o al menos no en la misma intensidad, y la relación no se establece, o lo que es peor, llega a la ruptura tras un largo periodo, los efectos son completamente contrarios. Se podría decir que el sufrimiento generado por el desamor es directamente proporcional a la felicidad que anteriormente ha proporcionado. En este caso solo existen dos formas de desengancharse. Una es asumirlo y pasar página fijandose otro objetivo (muy útil para los mas adictos enamorados del amor). La otra es el desengaño, desahogo del sufrimiento, refugio con las amistades y evasión con otras metas en las que el amor no venga a cuento. Esta última confiere un fortalecimiento, de la misma manera que las agujetas tras un duro día de entrenamiento.

Como bien decía antes, amor y afecto estan relacionados, pero esto es un problema en las relaciones más largas, cuando el afecto supera al amor o este último prácticamente ha desaparecido. En este caso el amor es la chispa, la motivación que al desaparecer hace caer en la monotonía y solo queda el vínculo, el cariño y la necesidad por la otra persona, derivados del estilo de vida establecido.

Diría que la mayoria de parejas estables en largo tiempo o matrimonios, viven del afecto además del sexo. El enamoramiento se deja en el recuerdo como la chispa con la que todo empezó. Esto es completamente normal, el ser humano reacciona a nuevos estímulos y se acostumbra a los repetitivos.

No obstante existe la fórmula para la motivación y prolongación de la "chispa". Una regla básica y que debería aplicarse desde el principio es mantener el equilibrio. No se puede entregar absolutamente todo, haciendo de tu vida la vida del otro. Por mucha afinidad que exista, cada uno debe tener su espacio, no por ello perdiendo la plena confianza, consiguiendo así dosificar su entrega. Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno, aunque no se trata de ser breve, sino de no ser glotón.

Tanto si buscas como si has encontrado, sirvan estas líneas para encaminarte...

Con mucho afecto.
Marc.