Camino hacia tu mejor versión

Es habitual catalogar de perdedor a quien ha cometido errores. Es habitual no confiar en quien acumula fracasos a sus espaldas. Pero es aún más habitual que aquellos que fracasan se retiren, dejando el fracaso como victorioso, sin otro intento de revancha. Espero que tú, lector, no seas de esos, pero si lo eres o si te encuentras sin fuerzas de seguir luchando por algo, que sepas que ahora eres mejor que antes. He aquí unas frases que te ayudarán a saberlo.

Tienes un emprendedor dentro, un emprendedor que diseña, actúa, percibe y decide. Sí, llevas una vida emprendedora, cualquiera con ganas de vivir la tiene, y para eso no hace falta levantar un negocio, basta con que te levantes cada día. A lo largo de tu vida te enfrentas a numerosas decisiones sobre situaciones que tú mismo has provocado, es decir, diseñas qué hacer, actúas emprendiendo el camino, percibes el entorno y este te obliga a decidir para continuar adelante.

Decisiones... ¿qué es la vida sin ellas? Decides porque eres libre, pero... ¿libre de qué? En primer lugar debes plantearte si eres libre de ti mismo. Con esto me estoy refiriendo a la primera puerta que debes cruzar, el miedo.

Miedo a perder, miedo a fallar, miedo al ridículo... Miedo contigo mismo y miedo con el entorno. En definitiva, un límite automático que surge tanto por desconocimiento como por experiencia.

El miedo debe ser un indicador de riesgo, nunca un límite.

Bajo esa idea puedes ser libre, puedes tomar cualquier decisión que consideres oportuna y conocer los riesgos que tengas que asumir. Si eres así, solo falta que tengas esto muy presente:

La decisión que tú escojas siempre será la correcta, porque la has escogido tú, no lo han hecho por ti. Si el resultado es positivo... enhorabuena. Si por el contrario, no te has aproximado a tu objetivo... cárgate de fuerzas, porque habrás encontrado el camino hacia tu progreso.

Eres un emprendedor, no una copia de nadie, ¿verdad? Los emprendedores se levantan. Sé un líder, al menos dentro de tu cabeza. Sé tu propio líder, levántate.

Un buen emprendedor estudia el terreno, sus decisiones, sus fallos, echa mano de sus recursos para mejorar y aplica los cambios. Sé un buen emprendedor.

El fracaso es una herramienta en el futuro, un conjunto de fracasos vividos es como una chuleta en un examen  ¿Has oído alguna vez que en EEUU los emprendedores con más fracasos son muy valorados? Así es, el fracaso es una experiencia, la experiencia es un grado. Alguien que nunca haya fracasado tiene un mayor número de posibilidades de caer que quien ya ha pasado por eso.

Recopila tu experiencia, tienes la clave para progresar, nadie más que tú la conoce y es tu secreto, un secreto con el que, al menos, te vas a superar a ti mismo. ¡Mejora! ¿aceptas el desafío?

El desafío de la superación personal es cuanto más constructivo, evitando toda comparación con otras personas... Para ser competitivo deberías empezar por competir contigo mismo. Hazlo, tendrás un adversario inagotable.

Para emprender tu camino ten bien presente esto... Los senderos mas complicados se caminan mirando donde se pisa en cada paso, quizá observar a quien camina por delante tuyo te pueda ayudar en algún momento, pero adelantarse demasiado a los acontecimientos bien puede hacerte tropezar o hacerte esclavo de ajenas decisiones. Eres un emprendedor, innova, aporta tu visión y experiencia y salta esa piedra como nadie ha podido.

Mira atrás para usar tu experiencia, mira al frente para saber qué dirección tomar, sé exigente contigo mismo, esfuérzate en cada paso y sé constante, cuando mires a tu alrededor... puede que te lleves una grata sorpresa.

¿Te sientes mejor? Supérate, ese es el camino hacia la mejor versión de ti mismo.

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