Despiertas. Cada día en alerta. Esperando que alguien toque
las puertas de tu corazón...es el amor, que llega intempestivamente...entrégate
a él.
NO... porque no llega, no existe...
El amor es tan solo una idea que nos colocan en la cabeza
desde niños. Pero, en realidad, es solo eso, una idea, algo imaginario que
crees q sientes cuando ves a alguien que te atrae físicamente. Es solamente
eso... la otra persona está bien...tus hormonas se revolucionan porque tu
instinto de reproducción se activa y quieres algo con esa persona. Pero no es
amor. Es solo un instinto que tenemos y que se desarrolla en personas y
animales, no es algo solo nuestro, ya que cualquier ser vivo lo posee.
Cuando eres joven, no asimilas lo que sientes en realidad y
lo confundes con los cuentos que te contaron o con películas ñoñas. Pero según
vas creciendo...te vas dando cuenta de que es algo primario, nada de mariposas
ni tonterías. Porque... q son las mariposas?
Las mariposas en el estómago es una condición médica
caracterizada por un cosquilleo en el estómago. Algunos piensan que su causa es
por una alta producción de adrenalina en el cuerpo. Cuando se está nervioso el
estomago expulsa grandes cantidades de sangre hacia los músculos. Como efecto,
esto causa la pérdida de apetito y el cosquilleo.
La adrenalina o epinefrina es una hormona vasoactiva secretada por las glándulas suprarrenales bajo situaciones de alerta o emergencia.
La adrenalina actúa principalmente sobre el músculo, el tejido adiposo y el hígado. Comienza a secretarse en cuestión de segundos, pero su punto más alto se produce al llegar al minuto de producción. Su efectividad se extiende entre uno y tres minutos y tiene la capacidad de aumentar el metabolismo normal del cuerpo hasta en un 100 porciento.
¿Como se hace para dejar de sentirla?
Es imposible, es como intentar evitar que el corazón deje de latir por un minuto.
La adrenalina o epinefrina es una hormona vasoactiva secretada por las glándulas suprarrenales bajo situaciones de alerta o emergencia.
La adrenalina actúa principalmente sobre el músculo, el tejido adiposo y el hígado. Comienza a secretarse en cuestión de segundos, pero su punto más alto se produce al llegar al minuto de producción. Su efectividad se extiende entre uno y tres minutos y tiene la capacidad de aumentar el metabolismo normal del cuerpo hasta en un 100 porciento.
¿Como se hace para dejar de sentirla?
Es imposible, es como intentar evitar que el corazón deje de latir por un minuto.
Todo comienza en el cerebro y genera una serie de respuestas
viscerales, conductuales y cognoscitivas.
Cuando uno genera un estado afectivo por una persona, sea
amoroso, amistoso o de odio y coraje, se generan en el cuerpo una serie de
cambios viscerales, que consisten en la aceleración del corazón, que late más
rápido de lo normal, el aumento de la presión arterial y el pulso sanguíneo.
Desde el punto de vista bioquímico se trata de un proceso
que se inicia en la corteza cerebral, pasa al sistema endocrino y se transforma
en respuestas fisiológicas y cambios químicos ocasionados en el hipotálamo
mediante la segregación de dopamina.
Algunos biólogos afirman que buscamos a la pareja adecuada para perpetuar la especie y esto se hace después de una evaluación por "instinto" y buscamos a la mejor persona con la cual nuestros genes se mezclen de la mejor manera. Esta hipótesis tiene en cuenta la realidad animal de la persona humana, que, aunque sea sólo la parte corporal, es real.
Nuestro tracto digestivo está rodeado por unos 100 millones de células nerviosas y estas se encargan, entre otras muchas cosas, de controlar gran número de reacciones corporales en correspondencia con los procesos psíquicos. Podríamos decir que se trata de un cerebro secundario que tenemos instalado en el estómago.
El primer síntoma del "enamoramiento" es la atracción, aquí juegan un papel importante los sentidos, sobre todo la vista. Y el olfato, importantísimo, no lo percibimos conscientemente, pero las feromonas están ahí, liberándose a través de todos los poros de la piel y son las culpables de "la química" y de que caigamos irremediablemente en los brazos de Eros.
Algunos biólogos afirman que buscamos a la pareja adecuada para perpetuar la especie y esto se hace después de una evaluación por "instinto" y buscamos a la mejor persona con la cual nuestros genes se mezclen de la mejor manera. Esta hipótesis tiene en cuenta la realidad animal de la persona humana, que, aunque sea sólo la parte corporal, es real.
Nuestro tracto digestivo está rodeado por unos 100 millones de células nerviosas y estas se encargan, entre otras muchas cosas, de controlar gran número de reacciones corporales en correspondencia con los procesos psíquicos. Podríamos decir que se trata de un cerebro secundario que tenemos instalado en el estómago.
El primer síntoma del "enamoramiento" es la atracción, aquí juegan un papel importante los sentidos, sobre todo la vista. Y el olfato, importantísimo, no lo percibimos conscientemente, pero las feromonas están ahí, liberándose a través de todos los poros de la piel y son las culpables de "la química" y de que caigamos irremediablemente en los brazos de Eros.
Entonces cabe recalcar que toda esta cuestión mágica de
químicos
también tiene su caída en cierto punto trás la bajada de estas
sustancias, las personas pueden sentirse cada vez menos
enamoradas, pero si a esto le agregamos que se han dejado llevar por el
sentimiento sin darle el espacio que se merece al raciocinio, seguramente
experimentarán insatisfacción, frustración, separación e incluso el odio.
Cuando la relación de pareja se rompe, se involucra
ciertas sustancias químicas; el nivel de feniletilamina se derrumba y el cuerpo
experimenta una especie de "síndrome de abstinencia" que coincide con
el ansia de comer chocolate (rico en feniletilamina) que
sienten muchas personas tras una ruptura.
Con todo esto se puede demostrar que el amor es solo un proceso químico que ocurre en nuestro cuerpo y que manda a nuestro cerebro unas ordenes que nos dan a pensar que sentimos mariposas o nos enamoramos de alguien, cuando en realidad solo es que esa persona tiene unas feromonas similares a las nuestras o unos gustos que hacen que le veamos como un buen ejemplar para perpetuar la especie.
Con todo esto se puede demostrar que el amor es solo un proceso químico que ocurre en nuestro cuerpo y que manda a nuestro cerebro unas ordenes que nos dan a pensar que sentimos mariposas o nos enamoramos de alguien, cuando en realidad solo es que esa persona tiene unas feromonas similares a las nuestras o unos gustos que hacen que le veamos como un buen ejemplar para perpetuar la especie.
Así que no os engañéis... el amor... no existe.
ADA
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